El mantenimiento adecuado de la torre es esencial para garantizar que la estructura funcione de manera segura y eficiente. Las torres arriostradas están expuestas a una variedad de condiciones climáticas, como fuertes vientos, lluvia y nieve, que pueden afectar la estabilidad y la integridad de la estructura.

Deben inspeccionarse regularmente para identificar cualquier daño o debilidad en la estructura. Es importante mantener en buen estado los cables, riendas y demás componentes, como así también cualquier equipo de transmisión que se monte sobre la estructura para evitar poner en riesgo la seguridad de las personas que trabajan en la torre, o de cualquier individuo, estructura o vehículo que se encuentre cerca.

Los problemas de mantenimiento también pueden afectar la calidad de las señales de radio.